La rueda blanca del Duero

La Denominación de Origen Rueda cumple treinta añadas y consolida sus vinos blancos en el mercado gracias a la fuerza sensorial de la verdejo, que es su cepaje y terruño natural

Con frecuencia obviamos que el río Duero cruza generosamente el territorio de Rueda. De ahí que este valle sea también el padre de otro fenómeno vinícola, el de la casta verdejo que, como la tempranillo, ha irrumpido con fuerza en el mercado precisamente por su fuerte personalidad sensorial tras la vinificación y por su capacidad enológica para salir victoriosa en aquellos generosos del pasado, en los jóvenes de los 80 y en los vinos aromáticos más modernos, cuyos matices diferenciadores se deben a las propiedades de la uva verdejo.
Rueda es, por lo tanto, depositaria de un ejemplo importante del patrimonio genético de la vid en la Europa del vino. En todo el territorio de Rueda, la uva verdejo es el motor que mueve a miles de familias de viticultores y bodegueros que han cerrado filas en torno este vidueño.

Las Edades, el manantial que no cesa

Passio da nombre a la XVI edición de la exposición, que vuelve a la diócesis de Valladolid y se celebra en dos villas, Medina del Campo y Medina de Rioseco, hasta diciembre. Una amplia representación de arte contemporáneo de artistas castellanoleoneses se suma al mensaje de la Pasión de Cristo, que inspira esta edición de Las Edades, en la que participan 149 obras repartidas entre las dos sedes, los templos de Santiago el Mayor y Santiago de los Caballeros.

El diálogo entre la fe y la cultura es una de las señas de identidad más valiosas de Las Edades del Hombre. Pocos acontecimientos culturales han ofrecido una imagen tan positiva de Castilla y León como esta muestra, visitada por diez millones de personas a lo largo de quince exposiciones que han recorrido las diócesis de Castilla y León. Passio regresa a la provincia que las vio nacer, Valladolid, abriendo las puertas de un nuevo ciclo expositivo, que arranca con un denominador común en materia de contenidos, la Pasión de Cristo. Lo hace en dos sedes diferentes: la iglesia de Santiago el Real de Medina del Campo y la iglesia de Santiago de los Caballeros en Medina de Rioseco. La iconografía de la Pasión de Cristo es el hilo conductor de esta nueva propuesta, que reúne 146 piezas, el 87% nunca antes expuestas. Buena parte de ellas proceden de conventos y monasterios, lo que hace más valiosa su contemplación, dada su difícil accesibilidad.

De nuevo, el método didáctico y claro de Las Edades penetra en la sensibilidad de los visitantes, que encuentran en las obras de arte un mensaje de fe vinculado al arte sacro y una vía de acercamiento al conocimiento del arte en su más pura expresión. Quedan abiertas las puertas de la madera que se hace carne, del escultor que traslada en su obra, en el lienzo, en la piedra y en el bronce su concepción del dolor, de la paz y de los gestos, cobrando vida en cada detalle de la ingente iconografía sacra de nuestra región.